Crisis en Venezuela y Afganistán, sirviendo a los refugiados y migrantes alrededor del mundo

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Sea en Afganistán, en Venezuela o en cualquier otra parte del mundo, de ninguna manera podemos ser indiferentes ante el sufrimiento, el dolor y el desarraigo que experimentan los migrantes y los refugiados.

A medida que el ejército estadounidense se ha retirado de Afganistán, el país se ve envuelto en el caos. Los talibanes han tomado el control a una velocidad asombrosa.

Para las decenas de miles de afganos que trabajaron con el ejército estadounidense durante las últimas dos décadas, la situación ha sido desesperada: o abandonan el país con sus familias o se quedan y enfrentan a la persecución o la muerte.

Durante meses antes de la retirada, el gobierno de Estados Unidos se comprometió repetidamente a evacuar a los aliados afganos y a sus familias. Más de 20.000 aliados afganos han solicitado visas especiales de inmigración para el reasentamiento en Estados Unidos. Incluidos los miembros de la familia de estas personas, esto significa que aproximadamente 50.000 afganos han tenido que ser evacuados del país por razones de seguridad. Ellos se unirán a más de 110.000 refugiados afganos reasentados en Estados Unidos desde que comenzó la guerra de Afganistán en el 2001.

A medida que la situación de seguridad se ha deteriorado, la gente de todo el mundo se ha quedado conmocionada y desconsolada por las imágenes de caos y multitudes aterrorizadas en el aeropuerto de Kabul.

Bethany se ha unido a un conjunto de organizaciones que piden al gobierno de Joe Biden que mantenga su promesa de reasentar a los refugiados afganos, sacándolos tan pronto como pueda de Afganistán.

El gobierno ha trasladado a miles de refugiados afganos a bases militares en preparación para su reasentamiento en los EE. UU.. Algunos de ellos ya han llegado a varios países aliados de los Estados Unidos, entre ellos Colombia.

Desde 2001, Bethany ha ayudado a más de 2500 refugiados afganos a comenzar una nueva vida en los Estados Unidos. Esperamos que ese número aumente sustancialmente en las próximas semanas y estamos listos y dispuestos a recibirlos. Pero necesitamos tu ayuda.

En Colombia, Bethany también está atendiendo a otro conjunto poblacional que ha tenido que salir de su país por diversos motivos, los migrantes venezolanos quienes están escapando de la grave crisis económica, política y social por la que pasa el hermano país de Venezuela.

Es difícil para la mayoría de nosotros imaginar lo que es dejar repentinamente su hogar y tratar de construir una nueva vida en un lugar completamente desconocido. Aquí hay algunas formas en que puedes mostrar el amor de Cristo a todas las personas, refugiadas y migrantes, que han tenido que salir de sus hogares para evadir graves peligros para sus vidas o buscando un mejor futuro para ellos mismos y sus familias:

Dar

La forma más rápida y sencilla de ayudarnos a recibir a los refugiados y migrantes es mediante una donación económica. Existe una brecha significativa entre la financiación proporcionada por los gobiernos y las necesidades reales de los refugiados y migrantes, y tú puedes ayudarnos a superar esa brecha con tus aportes.

Las siguientes cifras se proporcionan en dólares americanos:

  • USD 40 pueden proporcionar suministros esenciales para el bebé, como pañales, leche de fórmula y biberones.
  • USD 60 pueden proporcionar asistencia con el transporte, como tarjetas de autobús o gasolina.
  • USD 100 pueden proporcionar elementos esenciales de cocina para que los migrantes y refugiados se establezcan en sus nuevos hogares.

También puedes armar una canasta de bienvenida para los refugiados y migrantes que a menudo llegan con pocas o ninguna posesión a sus lugares de destino. Las cestas pueden incluir cualquiera de los siguientes elementos:

  • Utensilios / utensilios de cocina.
  • Artículos de higiene.
  • Sábanas / mantas.
  • Suministros escolares.
  • Alimentos no perecederos.

La mayor parte de nuestro trabajo de reasentamiento de refugiados se realiza en el oeste de Michigan y en el este de Pensilvania. En Colombia, la mayor parte del trabajo con las comunidades migrantes de Venezuela se realiza en la ciudad fronteriza de Cúcuta y en la ciudad de Bogotá.

Si deseas realizar una donación para apoyar a las comunidades migrantes, puedes hacerlo en nuestra página web en la sección de donaciones. Las donaciones se pueden hacer por medio de tarjeta Visa, Mastercard, American Express o Discover. En el caso de que no dispongas de estos medios de pago, también puedes hacer una consignación a nuestra Cuenta de Ahorros de Bancolombia.

Si vives cerca de una de nuestras áreas de atención a las familias migrantes, tú (o tu iglesia) pueden comunicarse con nuestras sedes para recibir más información o para informarnos en qué otras formas tú y tu comunidad pueden ayudarnos en nuestra misión. En la ciudad de Bogotá puedes ubicarnos en la Calle 54 No. 35-72 y en el Teléfono: 6565515. En la ciudad de Cúcuta puedes encontrarnos en la Avenida 3 No. 2-32 y en el teléfono : 5761897.

Bethany es una de las muchas agencias de atención que trabajan con las comunidades migrantes. Nuestros enfoques de atención se fundamentan no solo en la ayuda material y de emergencia sino en el empoderamiento de las comunidades y las personas para que puedan reconstruir su proyecto de vida.

Defensa de los derechos de las comunidades migrantes y refugiadas

Los estados tienen el deber de garantizar los derechos fundamentales, así como los derechos económicos, sociales y culturales de los migrantes y los refugiados. De acuerdo a las Naciones Unidas, cada estado nacional tiene el deber moral de proteger plenamente los derechos de los refugiados y los migrantes, independientemente de su condición; todas las personas son titulares de estos derechos”. En ningún caso los estados podrán aplicar medidas discriminatorias. Es por ello que cualquier distinción, exclusión, restricción o trato diferencial, basado en criterios de nacionalidad o situación legal, deber ser conforme a la ley, perseguir un fin legítimo y respetar el principio de proporcionalidad. La escasez de recursos no justifica el incumplimiento de estos criterios.

Bethany, consciente de estas obligaciones legales por parte de la comunidad internacional para con los migrantes y los refugiados, aboga en aquellos escenarios de discusión pública donde sea posible expresar su voz por los derechos que tienen las comunidades refugiadas y migrantes, así como para que se respete la dignidad de cada ser humano independientemente de su procedencia, credo, raza, etnia, sexo, edad o por cualquier otra distinción.

En este mismo sentido, animamos a toda la sociedad civil a que alce su voz por los derechos de los migrantes en todos los escenarios de discusión pública. En muchos casos, debido a prejuicios o por intereses particulares, vemos como se estigmatizan a las comunidades migrantes y refugiadas y se intentan limitar o conculcar sus derechos. En ningún caso deberíamos permitir el trato desigual a estas comunidades o que se busque limitar sus derechos.

Orar

El corazón de Dios es para los oprimidos, desesperados y vulnerables (Mateo 25:40). Mientras vemos las desgarradoras noticias de Afganistán o las noticias sobre la crisis social, económica y política de Venezuela, arrodillémonos en oración para que venga el Reino de Dios. Aquí hay algunas formas específicas en las que puede orar:

Ora para que aquellos que esperan ser evacuados en Afganistán puedan llegar al aeropuerto de Kabul y estén protegidos de los ataques violentos de los talibanes y otros militantes.

Ora para que los migrantes y refugiados puedan alcanzar pronto y de forma segura su lugar de destino.

Ora para que los gobiernos tomen decisiones sabias y humanitarias respecto a las complejas situaciones por las que atraviesan estas comunidades.

Ora para que los migrantes y refugiados sean bienvenidos en sus países de destino y para que puedan recuperarse de los traumas del pasado.

Ora para que las mujeres, los niños y otros grupos de personas vulnerables dentro de las comunidades que migran o solicitan asilo o reconocimiento como refugiados, puedan estar protegidos de la violencia, el abuso y la explotación.

Ora para que las minorías religiosas entre las comunidades migrantes se encuentren a salvo de la persecución y para que el evangelio se extienda incluso allá donde hay un ambiente hostil.

La situación de las familias refugiadas en Afganistán es compleja y cambia rápidamente. Los medios de comunicación están llenos de perspectivas sobre lo que podría o debería haberse hecho de manera diferente. En este mismo sentido, las historias de las familias que huyen de la crisis económica, social y política de Venezuela, cada día nos hablan de grandes carencias, dificultades, sueños truncados e incluso de la indiferencia o el rechazo por parte de algunos sectores de la sociedad. Todos los creyentes deberíamos estar interesados en conocer estas historias, las nuevas noticias que nos llegan desde estos lugares. No podemos ser indiferentes a lo que pasa a nuestro alrededor. Pero si bien es importante estar bien informado sobre la situación de los migrantes y los refugiados, no debemos detenernos allí. Cada refugiado es un individuo, hecho a imagen y semejanza de Dios. El corazón de Dios se rompe por cada uno de ellos y su dolor. Nuestro llamado es claro: debemos dar un paso al frente y servirles, de la manera que podamos.