Día internacional de La Niña - El futuro de las niñas es hoy

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Cada 11 de octubre el mundo celebra el Día Internacional de La Niña con el fin de reconocer los derechos de las niñas de todo el mundo y los desafíos únicos a los que se enfrentan, así como para promover su empoderamiento y que se respeten sus derechos fundamentales.

Los antecedentes de la celebración del Día Internacional de la Niña

Durante los siglos XVIII y XIX con el surgimiento de los estados modernos liberales y democráticos, la humanidad empezó a forjar acuerdos de diverso tipo para reconocer los derechos humanos básicos de todas las personas. A principios del siglo XX, estos reconocimientos de derechos se extendieron más allá del ámbito político para incorporar los derechos económicos, sociales y culturales. Desde la segunda mitad del siglo XX, las sociedades modernas incorporaron un entendimiento aún más amplio de todos estos derechos, recociendo la marginación histórica y la exclusión de las mujeres en muchos aspectos de la vida pública, así como las relaciones desiguales de poder entre hombres y mujeres en espacios como el hogar, la escuela, el estado y el trabajo.

En 1995, en la Conferencia Mundial sobre la Mujer en Beijing, los países del mundo adoptaron por unanimidad la Declaración y la Plataforma de Acción de Beijing - el plan más progresista jamás realizado para promover los derechos no solo de las mujeres sino también de las niñas. La declaración de Beijing es la primera en hablar específicamente de los derechos de las niñas.

Sin embargo, fue solo hasta el 19 de diciembre del 2011 que la Asamblea General de la Naciones Unidas adopta la Resolución 66/170 para declarar el día 11 de octubre como el Día Internacional de la Niña, haciendo un llamado mucho más explícito para que la Sociedad Internacional reconozca y promueva activamente los derechos de las niñas a nivel global.

Desafíos de las niñas alrededor del mundo

En diversas partes del mundo las mujeres sufren de discriminación y exclusión desde edades muy tempranas. En muchas ocasiones, este trato desigual tiende a reforzarse en la vida adulta, limitando seriamente las posibilidades de las mujeres para desarrollar plenamente sus talentos e incrementando los ciclos de pobreza tanto para ellas como para sus hijos y las generaciones venideras.

La Comunidad Internacional ha reconocido que la infancia es una etapa crítica para el desarrollo de todo ser humano, especialmente para las mujeres.

Si las mujeres reciben apoyo efectivo durante la infancia y la adolescencia, podrán adquirir todas las herramientas necesarias para transformar el mundo, bien sea como niñas empoderadas el día de hoy, así como madres, emprendedoras, mentoras, jefas de hogar, trabajadoras y líderes políticas del mañana. Para lograr que este apoyo sea una realidad, los estados, las empresas, y la sociedad internacional deben invertir los recursos materiales necesarios en la defensa de los derechos de las niñas, en pro de un futuro más equitativo y próspero en el que la mitad de la humanidad (las mujeres) pueda ser considerado un socio en igualdad de condiciones para resolver los problemas y los conflictos que aquejan a nuestro mundo.

Estas aspiraciones no se pueden lograr sin reconocer las realidades negativas que aquejan a las niñas en el mundo de hoy:

Actualmente 1 de cada 4 niñas entre 15 y 19 años no está empleada ni estudia o recibe capacitación de algún tipo en comparación con 1 de cada diez niños de la misma edad que enfrentan estas mismas carencias.

En el año 2021 se calcula que 435 millones de mujeres y niñas sobreviven con menos de 1.9 dólares al día, es decir en pobreza extrema. Esto quiere decir que como resultado de la pandemia 47 millones de mujeres y niñas han caído en condiciones de pobreza extrema como consecuencia de la pandemia del COVID-19.

Se estima que 1 de cada 3 mujeres en todo el mundo han sufrido violencia física o sexual. Los últimos datos disponibles de las Naciones Unidas, para el 2021, señalan que desde el inicio de la pandemia del Covid19, la violencia contra las niñas y las mujeres, especialmente dentro del hogar, se ha intensificado.

En al menos el 60% de los países del mundo se sigue discriminando los derechos de las hijas a heredar tierras y bienes, ya sea porque ha sido establecido en la ley o debido a las prácticas culturales.

En todo el mundo 63 millones de niñas trabajan, lo cual lleva a que muchas de ellas abandonen la escuela a una edad temprana para llevar ingresos adicionales a sus hogares desde una edad temprana.

De acuerdo a un informe de las Naciones Unidas de 2021, la prostitución infantil, la cual afecta principalmente a las niñas sobre los niños, se ha triplicado desde la última revisión. En 148 países se han detectado prácticas de explotación sexual infantil y se han reportado alrededor de 50.000 víctimas de la trata de personas, aunque esta cifra podría ser mayor debido a la naturaleza oculta del delito.

Para el caso colombiano, las amenazas derivadas de los grupos al margen de la ley, la pobreza y la explotación laboral constituyen aspectos críticos que ponen en grave riesgo el futuro de los niños y niñas del país. De acuerdo al Programa de Naciones Unidas para la Infancia, UNICEF, el 48% de los menores de edad de las zonas rurales no completan la educación básica y de los menores abusados sexualmente en medio del conflicto armado por los grupos ilegales, el 84% fueron niñas. Además, según un estudio de la Universidad de la Sábana, cerca de 560.000 niños menores de cinco años sufren de desnutrición crónica en el país, y de estos unos 15600 sufren de desnutrición aguda severa.

¿Cómo respondemos en el actual contexto migratorio a las necesidades y desafíos que enfrentan las niñas y mujeres en Colombia?

Bethany no es ajena a las realidades que enfrentan las niñas y mujeres en Colombia. Conscientes de las circunstancias históricas y culturales que permiten que las niñas sufran mayor discriminación, explotación, rechazo y pobreza, especialmente en el contexto migratorio, Bethany ha buscado responder a las grandes necesidades a las que se enfrentan las niñas y adolescentes, procurando aportar acciones integradas en un marco interdisciplinario que les permitan formular un proyecto de vida digna y el desarrollo de la capacidades necesarias para conseguirlo.

Actualmente Bethany cuenta con varios programas de atención en diversos puntos de la geografía nacional, dirigidos especialmente a la población migrante, con un énfasis decidido en la atención a los menores de edad. En cooperación con la Secretaria Distrital de Bogotá, la ACNUR, Save The Children y otras organizaciones humanitarias, hemos respondido con atención psicosocial, apoyo material, acompañamiento a las familias para el desarrollo de pautas de crianza adecuadas, actividades lúdicas y de integración, así como con la remisión de casos a organizaciones de apoyo especializado.

En este momento en el punto de atención del SuperCADE, Bethany lleva a cabo de 5 a 10 talleres mensuales psicosociales para niños y niñas, entre encuentros personales y virtuales, en los que buscamos empoderar a los menores con mejores herramientas psicológicas para el afrontamiento de eventos críticos, así como crear en ellos un alto sentido de valía personal que les permita llevar a cabo de manera consciente y plena su proyecto personal de vida.

Igualmente hemos avanzado en el desarrollo de talleres psicosociales para la población adolescente. En lo que va del 2021 se han realizado 7 talleres.

En los espacios amigables de Bethany, hemos respondido con apoyo material, entregando kits de aseo, canastas de alimentos y kits educativos. En lo que va del año se han atendido a 177 niños, niñas y adolescentes (Punto SuperCADE).

En la sede de la Oficina de la ACNUR, en lo que va del 2021, Bethany ha respondido ayudando a los y las menores de edad, así como a sus familias, entregando 124 kits escolares, 53 kits de higiene familiar, 95 kits de higiene para madres, 115 mercados o bonos de alimentos y 122 lits de materiales pedagógicos para niños, niñas y adolescentes.

En el punto de atención de la Secretaría de Gobierno, Bethany ha apoyado especialmente a las mujeres que se encuentran en estado de embarazo, lactancia o que tienen a su cargo menores de edad. Allí ha sido de especial relevancia el trabajo realizado en el Círculo de Mujeres, en el que se realizan cerca de 4 talleres al mes, y con los cuales no solo se busca apoyar a las mujeres mismas, sino trabajar de forma activa en la construcción de un mejor futuro para sus hijos e hijas.

La importancia del desarrollo de las niñas y de la construcción de un mejor futuro para ellas

Constituyendo el 50 por ciento de la población infantil del mundo, el sano desarrollo de las niñas, su empoderamiento, su plena inclusión en todas las ofertas de oportunidades sociales, empezando por la educación, la recreación, la salud, la nutrición y el pleno reconocimiento de sus derechos, son elementos críticos para la construcción de un mejor futuro en el que nadie quede excluido y en el que todos puedan aportar sus talentos y capacidades para la construcción de una sociedad mucho más próspera, equitativa y ética.

Por medio de todos sus programas, tanto de atención material, de orientación y apoyo psicosocial, Bethany espera poder contribuir a que estos elementos sean una realidad plena en Colombia, especialmente en el caso de las niñas y mujeres migrantes, las cuales pueden verse enfrentadas a mayores desafíos debido a las carencias particulares que enfrentan así como a su origen y por el mismo hecho de ser mujeres, en una sociedad que aún tienen innumerables desafíos en materia de reconocimiento de igualdad de derechos así como muchas falencias cuando se trata de responder de manera adecuada y coherente a los derechos de los niños, niñas y adolescentes.

Con información de Unicef Colombia, Unisabana y Naciones Unidas.