Mitos e inquietudes frecuentes sobre los refugiados y migrantes

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Descubre las respuestas a cuatro mitos comunes sobre la población migrante y refugiada.

Mito: Los refugiados, migrantes y solicitantes de asilo e inmigrantes son lo mismo

Hechos:

Aunque es posible que escuches estos términos usados indistintamente, cada uno de estos términos describe grupos separados y distintos de personas que deben solicitar la residencia legal en Colombia.

De manera única, los refugiados son todas aquellas personas que han huido de situaciones peligrosas y buscan protección fuera de la frontera de su país de origen. Una persona solicita y obtiene el estatus de refugiado de la ACNUR, generalmente mientras reside en un campo de refugiados o en un entorno urbano.

De acuerdo a las leyes colombianas, los refugiados que son reasentados dentro de Colombia, ingresan al país como participantes legales que se someten a un extenso proceso de investigación. Los refugiados completan los exámenes físicos requeridos y la verificación de antecedentes antes de ingresar. Este proceso de inmigración legal no se aplica a todos los migrantes, inmigrantes o incluso solicitantes de asilo, lo que es propio para aquellos que visitan o trabajan en Colombia.

Cuando ocurre una crisis en su país de origen, aquellos que huyen hacia Colombia en busca de protección como su primer país de asilo, pueden cumplir con la definición de refugiado de las Naciones Unidas, pero deberán solicitar asilo o otra forma de alivio de inmigración y que se le otorgue ese alivio antes de que se les permita permanecer en Colombia como residentes legales permanentes.

Mito: los migrantes y refugiados son una carga económica

Hechos:

Los migrantes y refugiados impulsan las economías.

De acuerdo a cifras del DANE, si bien el reasentamiento de los migrantes en Colombia tiene un costo inicial, aceptar a la población migrante es una inversión con una ganancia neta para el futuro. El migrante que ingresa a territorio colombiano contribuye a la economía de la misma manera en que lo hacen los ciudadanos colombianos: pagando impuestos, comenzando negocios, aportando como empleados a la creación y consolidación de las empresas nacionales.

Según los datos del Departamento Nacional de Estadísticas, DANE, para el año 2030, la población venezolana migrante generaría un crecimiento adicional para el PIB, de entre 0,1 y 0,3 puntos porcentuales. Además, de acuerdo a cifras de la misma entidad, para el año 2020, los venezolanos residentes en Colombia pagaron más de 370.000 millones de pesos en impuestos por concepto de IVA.

Por otra parte, estudios del Poverty Action Lab, un Instituto de investigación económica del Instituto Tecnológico de Massachusetts muestran que los migrantes, al estar lejos de su entorno de origen y las presiones sociales de su medio, tienden a ser más emprendedores y a generar aportaciones más significativas a su país de acogida que los ciudadanos nacionales. Este ha sido un fenómeno que se ha corroborado en todo el mundo, con millones de migrantes fundando nuevas empresas y negocios.

Mito: los refugiados y migrantes traen enfermedades que representan un riesgo para la salud de los colombianos

Hechos:

Si bien algunos refugiados y migrantes tienen problemas de salud debido a la falta de atención médica en su país de origen o debido a las dificultades que enfrentaron mientras huían de la persecución o hacían su viaje de transito hacia la frontera, la mayoría de estos problemas médicos se abordan en las instituciones de salud que el gobierno nacional y las organizaciones no gubernamentales han dispuesto para su atención. La mayoría de los migrantes generalmente se someten a exámenes médicos a su llegada a Colombia. El examen médico garantiza que las personas no tengan condiciones de salud inadmisibles no atendidas, como enfermedades transmisibles.

Mito: Los migrantes son una amenaza para el orden público y la estabilidad social de Colombia.

Hechos:

Llegar a Colombia como refugiado o migrante que huye de la crisis económica de su país de origen o de alguna otra circunstancia amenazante, es la forma más difícil de ingresar legalmente al país.

Si bien fenómenos como la delincuencia se agravan cuando las circunstancias económicas de la población son más difíciles, las estadísticas oficiales que han mostrado las entidades gubernamentales señalan que la mayoría de delitos comunes en Colombia siguen siendo cometidos por residentes nacionales.

De hecho, a pesar de que la población migrante de origen venezolano, ya representa más del 2 por ciento del conjunto de la población nacional, estos cometen menos del 2 por ciento de los delitos y son menos del 1.7% de la población carcelaria del país. Así, pese a las inquietudes que pueden surgir en materia de seguridad, la realidad es que proporcionalmente los delitos comunes, así como los delitos graves como homicidios, son cometidos en mayor proporción por ciudadanos de origen colombiano que por extranjeros. Las cifras han sido extraídas de los informes de la Secretaría de Seguridad del Distrito de Bogotá y que fueron publicadas en marzo de 2021).