Superando el cuidado institucional, la visión de Bethany para el futuro de los niños

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Catherine Lafler es la Directora de Servicios de Cuidados Basados en la Familia de Bethany Global. Su trabajo consiste principalmente en brindar apoyo para desarrollar las capacidades de los trabajadores sociales de Bethany en su trabajo directo con los niños y las familias a las que Bethany sirve en todo el mundo. Además de esto es responsable directa del desarrollo y diseño de programas para garantizar las mejores prácticas sobre el terreno para el cuidado de niños, niñas y adolescentes a los que Bethany apoya.

En su trabajo como Directora de Servicios de Cuidados Basados en la Familia, Catherine ha ayudado con la introducción del cuidado por parte de familias sustitutas de acogida en Bethany con el fin de brindar cuidado temporal a los niños que se han separado de sus familias y buscan la reunificación.

Por qué aún se coloca a los niños en orfanatos y por qué esto debe cambiar

A través de su trabajo, Catherine ha visto como a nivel mundial las instituciones de cuidado para niños, los orfanatos, se han convertido en la forma principal de cuidado de los niños cuando estos son separados de sus familias originales o se quedan solos. Estas instituciones, señala ella, no son adecuadas para satisfacer plenamente las necesidades de largo plazo de los menores de edad, tales como las emocionales, de reconocimiento o de creación de un sentido de identidad. En muchos casos, cuando ellos terminan su formación de escuela secundaria y cumplen la mayoría de edad, salen de las instituciones de cuidado para intentar realizar su proyecto de vida sin las herramientas ni la ayuda adecuada.

En la mayoría de los casos, las instituciones de cuidado surgen cuando la conciencia y la urgencia de hacer algo por los niños es tan apremiante que las personas se ven compelidas a hacer algo en el corto plazo. En este sentido, una institución de cuidado ofrece elementos básicos como alimentación, educación y un techo. Pero más allá de ello, estas entidades no pueden ofrecer elementos fundamentales que son necesarios para que los niños, las niñas y los adolescentes puedan prosperar y crecer plenamente.

Cuando es posible Bethany refuerza a las familias originales para que los niños puedan quedarse con sus padres biológicos. Cuando los niños han sido colocados en instituciones y no pueden regresar a la familia original, el trabajo de Catherine, así como el de Bethany, es colocarlos en familias alternativas mediante un proceso de acogida y adopción.

De la misma manera, para Catherine es claro que las instituciones de cuidado de los niños existen cuando el cuidado de la comunidad y las familias no puede satisfacer las necesidades básicas e inmediatas de los niños. En muchas ocasiones, las personas bienintencionadas tratan de responder a estas necesidades de la manera más rápida posible. Sin embargo, esto no soluciona las necesidades fundamentales de los menores de edad, ya que ellos también necesitan la compañía y la orientación de un cuidador principal así como la seguridad de un hogar al que puedan considerar suyo.

Por estos motivos, para Catherine es claro que se debe abogar por el cuidado basado en la familia, una misión con la que Bethany se ha comprometido de manera decidida.

En una entrevista reciente, ella señaló que si dejara de estar presente para sus hijos y tuviera que elegir qué tipo de cuidado querría para ellos, sin duda elegiría que estuvieran al cuidado de una familia amorosa en lugar de dejarlos en manos de una institución.

El desarrollo integral de los niños no implica simplemente alejarlos de los peligros inmediatos y asegurarnos de que estén bien materialmente. Aunque ciertamente el cuidado institucional es mucho mejor que estén en la calle, sufriendo hambre y la inclemencia del tiempo, este tipo de arreglo debería ser sólo temporal para que se pueda permitir el paso de los niños a una vida familiar y en comunidad.

El desafío de colocar a los niños en familias

Pese a que al momento de cuidar de los niños siempre las familias serán mejores que las instituciones, puede resultar todo un desafío lograr que cada niño sea acogido por una familia.

En medio de todo el trabajo que Bethany ha realizado para ayudar a los niños y niñas vulnerables en todo el mundo, es posible observar que el mayor éxito - al momento de colocar a los niños en familias- se produce cuando Bethany se asocia con las comunidades locales, las iglesias y los gobiernos. Estas instituciones tienen el poder de movilizar y actuar eficazmente. Ellas crean conciencia y llaman a la acción a las familias para que les brinden un hogar seguro a los niños que se han visto separados de sus cuidadores originales de manera temporal o definitiva.

En este sentido, es preciso que se produzca una movilización social intensiva para que diversos actores de la sociedad estén involucrados y comprometidos en ayudar y proteger a los niños más vulnerables. Se debe hacer la pregunta constante de cómo podemos intervenir y cómo debemos intervenir en el cuidado de los niños y trabajar en busca de sus mejores intereses.

Más de 10 años creando conciencia sobre el cuidado basado en la familia como alternativa al cuidado institucional

Cuando piensa en el historial de Bethany promoviendo el cuidado basado en la familia como una alternativa a los orfanatos, Catherine señala que la conciencia que se ha adquirido es reciente y piensa especialmente en el trabajo que se ha realizado durante los últimos 10 años en Etiopía.

Si bien es cierto que Bethany ha trabajado durante los últimos 75 años promoviendo la adopción, en los últimos 10 años se ha creado una mayor conciencia de la importancia de la familia y se ha desarrollado todo un sistema de cuidados alternativos junto con el gobierno y la comunidad de Etiopía. Este trabajo tuvo su inicio también en las asociaciones desarrolladas por Bethany con las iglesias locales y en el proceso de educación a las comunidades sobre la importancia de cuidar a los niños dentro de las familias y en comunidad.

A lo largo del proceso, Bethany ha logrado comprometer a diversos actores y ha construido relaciones de confianza y apoyo para el sistema de cuidado basado en la familia. Esto significa que ahora las comunidades están más comprometidas y pueden avanzar en el fortalecimiento de las familias, bien sea desde el cuidado temporal o la adopción.

Esta tarea es algo que lleva tiempo, asegura Catherine, pero es una que vale la pena cuando se trata de proteger a los niños y garantizar comunidades más seguras y resilientes para el mañana.

La visión de los próximos 10 años

Cuando mira hacia el futuro, la Directora Servicios de Cuidados Basados en la Familia de Bethany aspira a sociedades en las que brindemos más apoyo a las familias biológicas y en las que muchos menos niños se vean obligados a separarse de sus cuidadores principales. Esto implica un apoyo decidido para resolver las necesidades materiales de las familias y establecer redes de apoyo social mucho más fuertes para evitar los riesgos del abandono y la separación. De la misma manera, Catherine aspira a que el cuidado institucional sea algo mínimo o inexistente. En caso de que los niños y niñas no cuenten con sus cuidadores de origen, lo ideal es que estos puedan encontrar familias de acogida, tanto de forma temporal como de forma permanente.

Es importante que la sociedad reconozca que es esa unidad familiar lo que ayudará a los niños a prosperar y crecer integralmente. La familia puede cambiarlo todo y está en el centro del corazón de lo que Bethany hace hoy.

Nuestra fe nos mueve

Como organización cristiana Bethany reconoce que la familia es el diseño original que Dios dispuso para los niños. Las familias fueron diseñadas para los niños. Un papel de responsabilidad colectiva está en el núcleo de la identidad cristiana de Bethany y por este motivo Bethany aspira a que todos los niños puedan estar de vuelta en ese diseño de unidad familiar.

A pesar de que esta misión pueda ser difícil, Catherine recuerda que nuestra fe es lo que nos impulsa, lo que nos mueve y apoya. En el fondo sabemos que nuestra misión es asegurar que los niños estén en una familia, una familia protectora y permanente, una familia estable, segura y bien apoyada. Y eso, añade ella, es esencial para nuestra fe como cristianos.