Día mundial de los refugiados, una ocasión para visibilizar a millones de personas olvidadas
Cada 20 de junio se celebra el Día Mundial de los Refugiados. El objetivo de esta conmemoración, establecida por las Naciones Unidas desde 1951, es visibilizar, y ayudar a millones de personas que viven en condición de refugiados, desplazados y a la espera de asilo en otros países debido a los conflictos armados, la violencia y persecución de los cuales son objeto en sus naciones de origen.
Antes de que se estableciera esta conmemoración de forma oficial por las Naciones Unidas, esta conmemoración era conocida como el Día de los Refugiados de África debido a los numerosos conflictos durante el proceso de descolonización e independencia africana que llevaron a un abrumador flujo de refugiados en todo el continente.
¿Qué implica ser un refugiado?
Un refugiado es aquella persona que es obligada a dejar su país debido a problemas internos, como los conflictos armados, persecuciones y todo tipo de violencia.
Los motivos más comunes de la huida de los refugiados son la persecución debido a razones políticas, por conflictos de índole religiosa, conflictos sociales, raciales y hasta sexuales. De no dar este paso decisivo de huida, las personas pueden incluso poner en riesgo sus vidas de manera crítica.
Así mismo, las personas refugiadas y desplazadas enfrentan toda una variedad de problemas sociales en las naciones que los acogen. Estos problemas requieren de la unificación de criterios para la aplicación de políticas de salud, educativas y sociales por parte de las naciones que los acogen. Los problemas más comunes que enfrentan los refugiados en sus nuevos destinos son:
- Dificultades en atención médica,
- Pobreza y escasa movilidad social,
- Exclusión del mercado laboral,
- Xenofobia y discriminación,
- Dificultades en el acceso a la educación,
- Depresión, trastornos de ansiedad y problemas de adaptación y otros problemas psicológicos,
- Enfermedades infecciosas y no transmisibles, como el VIH, la tuberculosis, la hepatitis y la varicela,
- Sentimiento de desarraigo al extrañar a su país de origen,
- Escaso apoyo gubernamental y de redes sociales de apoyo,
- Problemas en salud reproductiva, durante el embarazo, y mortalidad infantil,
- Trastornos nutricionales, como desnutrición, malnutrición y obesidad, así como infecciones respiratorias y cutáneas.
Protección internacional de los refugiados
Los refugiados son una de las comunidades más vulnerables de todo el mundo y además de las dificultades anteriormente mencionadas, en muchas ocasiones se ven enfrentados a la indiferencia de los gobiernos en sus comunidades de acogida, al ostracismo y al abandono.
Con el fin de poder ayudar a los refugiados a enfrentar una nueva vida en los países que los acogen y a desarrollar sus proyectos de vida en el marco del pleno respeto a sus derechos, la comunidad internacional ha desarrollado una serie de herramientas y disposiciones articuladas en el derecho internacional.
Algunas de estas herramientas son:
La Convención sobre el Estatuto de 1951 y el protocolo de 1967, instrumentos legales, creados por la comunidad internacional con la intención de amparar y proteger a todas las personas que se encuentran en condición de refugiadas en todo el mundo, mediante el establecimiento de tratados y acuerdos que garanticen sus derechos humanos para que estos no sean vulnerados.
Entre los derechos que se establecen en la Convención de 1951, se destacan los siguientes:
- El derecho a no ser expulsado del país donde se le da acogida al refugiado, a excepción de casos particulares y que están previamente establecidas en el documento.
- El derecho a no ser penalizado o castigado, si la entrada a un determinado territorio de un estado contratante se hace de forma ilegal.
- El derecho a un empleo remunerado, a la vivienda y a la educación pública. ç
- El derecho a recibir asistencia médica gratuita y el derecho a la libertad de culto.
- El derecho al libre tránsito dentro del territorio, así como a la emisión de documentos de identidad y de viaje.
El compromiso de Bethany
Bethany, como organización internacional de ayuda humanitaria, suscribe plenamente las disposiciones de la comunidad internacional y se compromete a desarrollar estrategias que hagan de estos derechos una realidad sobre el terreno.
En este sentido, en las múltiples naciones en la que operamos, nos hemos implicado en acciones directas que salvaguarden plenamente los derechos de las familias refugiadas y migrantes. Un enfoque fundamental de Bethany en la atención de las comunidades refugiadas ha sido la atención de menores de edad, ya que dentro de las comunidades más vulnerables, ellos son aún mucho más vulnerables y necesitan especial atención y apoyo.
En Colombia, este compromiso se ha traducido en el apoyo directo a las comunidades migrantes que se han desplazado desde Venezuela hacia Colombia, escapando de la aguda crisis social y política que agobia a ese país. Los refugiados, sin importar cuál sea su origen, raza, etnia o religión, merecen y necesitan ser apoyados en la construcción de proyectos de vidas nuevos en los que puedan ver sus derechos plenamente restituidos y sus necesidades satisfechas. El cumplimiento de este propósito se encuentra en el corazón de la misión y visión de Bethany.