El apoyo a las mujeres refugiadas y migrantes en Colombia. Testimonios de hospitalidad en medio de la pandemia

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La hospitalidad es una actitud central para el ser humano. Es una actitud que nos rige desde niños, especialmente cuando hemos sido educados bajo la fe cristiana. En la parábola del buen samaritano encontramos una definición del tipo de hospitalidad que nace del corazón y del deseo de ayudar. Ante la pregunta que le hace un experto de la ley a Jesús sobre quién es realmente el prójimo, él responde con dicha parábola que expresa dos elementos fundamentales. Primero, mi prójimo es cualquier persona, aún aquellas personas a las que por motivos culturales, étnicos o de identidad consideramos diferentes a nosotros, y segundo: cuando alguien se encuentra en estado agudo de necesidad. no se deben escatimar recursos para atenderle y ayudarle de manera apropiada, tal y como hizo el buen samaritano con el judío golpeado que encontró en el camino.

La hospitalidad no se le puede negar a nadie. Sea por las razones que fuere no hay excusa que valga para pasar por alto esta actitud. Muchos de nosotros podríamos pensar que la hospitalidad es una forma de cortesía que debemos tener con aquellos que son cercanos a nosotros o con aquellos que comparten nuestra identidad y nuestros valores, pero Jesús viene a romper con esos paradigmas, enfatizando en que la hospitalidad de quien le sigue no debe tener ningún tipo de restricciones.

Los servicios de Bethany, domésticos, globales, para refugiados y comunidad de acogida, que se llevan a cabo en Colombia tienen como fin impactar la vida de las mujeres, los niños/as y sus familias de una manera positiva, así como ser fiel a las enseñanzas de Jesús en cuanto a la hospitalidad. Como organización de inspiraciòn cristiana de ayuda a la población màs vulnerables, las palabras de Jesús sobre la atención a los más necesitados resuenan de manera profunda con nuestros valores y la misión que desarrollamos en el campo de trabajo.

A lo largo de los últimos cinco años, la aguda crisis económica, social y política por la que pasa Venezuela, ha forzado a miles de familias a dejar sus hogares. Muchas mujeres cabeza de hogar han cruzado la frontera junto con sus hijos, padres, madres y demás familiares, con la esperanza de encontrarse con un destino mejor en Colombia. Una vez que estas mujeres llegan al país, encuentran que no es fácil establecerse, siendo víctimas muchas veces de la discriminación en espacios laborales y sociales y enfrentando también graves situaciones de carencia.

Bethany ha estado respondiendo a esta situación y ha trabajado activamente para empoderar a las mujeres venezolanas y colombianas que residen en el país. Con la ayuda de nuestros donantes y de otras organizaciones de apoyo hemos brindado soporte tanto a nivel material como a nivel emocional, psicológico y social, de manera que las mujeres refugiadas y sus familias puedan adaptarse a su nueva situación en Colombia y ver hacia el futuro desde una perspectiva más positiva, pero sobre todo con las herramientas necesarias para construir sus propias vidas desde un mayor sentido de confianza en sí mismas.

En este contexto, los talleres psicosociales de Bethany se han convertido en un espacio de encuentro y de hospitalidad, siguiendo el sentido evangélico de esta actitud, para que muchas mujeres puedan crear vínculos de confianza y nuevas redes de apoyo, así como encontrar una orientación oportuna para mirar hacia el futuro con mayor esperanza y sobre todo con la disposición y los elementos propios que las ayuden a ser constructoras de nuevas realidades para sus familias y sus comunidades.

A continuación presentamos, algunos de los testimonios de mujeres venezolanas que han participado en estos talleres ofrecidos por Bethany,qué retos han afrontado y cuál es la perspectiva que hoy tienen sobre su propio futuro.

Andrea Campos

Andrea tiene claro cuáles son los retos a los que se enfrenta. Ella quiere darle una mejor calidad de vida a su familia y superarse como persona, ya sea estudiando o trabajando”.

Los talleres de Bethany le han ayudado a identificar mejor cuál es su proyecto de vida y a tener unas metas más claras hacia el futuro. A pesar de la incertidumbre de vivir como refugiada en Colombia, ahora se siente mucho mejor. Nunca antes había recibido este tipo de orientación. Ella dice: “Los talleres de Bethany me han ayudado a crecer como madre y como persona”.

María Velásquez

María sueña con establecerse de forma plena en Colombia con sus seres queridos, ampliar sus conocimientos en oficios como manicure y pedicure, de manera que pueda montar su propio negocio y ser financieramente independiente.

Los talleres de Bethany le han ayudado a saber identificar cada reto, el orden para poder superarlos y a ser consciente de que un pensamiento positivo es la clave para el éxito. Hoy ve su futuro de una manera mucho más optimista, pues se percibe como “una mujer exitosa capaz de superar cualquier situación y problema”.

Gleidys Palacios

Después de haber participado de los talleres de Bethany y de acceder a ayuda humanitaria Gleidys se siente “bastante bien, ha sabido organizar su vida, ha aprendido a no tener miedo, se siente una mujer más emprendedora y ha podido atender y apoyar de una mejor manera a sus hijos”.

Los talleres de Bethany le sirvieron como un punto de referencia para elaborar de una forma más completa y consciente su proyecto de vida, ha aumentado su sentido de confianza en sí misma y su autoestima y también ha trasmitido a sus hijos ideas y conclusiones para que ellos también puedan plantearse a sí mismos un proyecto de vida con mayor autoconfianza.

Yasmin Montoya

Yasmin tiene varios retos ya identificados. El primero de ellos es establecerse de forma completa en el país con los suyos, encontrar un buen trabajo, apoyar a su bebé para salir adelante con él y poder dar cumplimiento a sus metas y sueños.

El impacto que Bethany ha tenido en su vida lo expresa señalando que ahora se ha “orientado un poco más sobre lo que quiere hacer con su vida, ha aprendido a dejar atrás la timidez y se siente mucho más tranquila frente a las inquietudes que diariamente enfrenta”.

Zuleima Betancourt

Zuleima sueña con emprender en el campo educativo para construir un futuro mejor para ella y su familia. Los talleres de Bethany han influido en ella “a través de un cambio en sus pensamientos y en la construcción de mayores conocimientos para enfrentar las condiciones propias de su realidad”.

Ahora ella ve su futuro de una forma mucho más optimista. Ella dice que ahora se ve como “una mujer próspera, feliz, y con un proyecto de vida definido”.

Mirando hacia el futuro

Como Andrea, María, Gleidys, Jasmin y Zuleima, muchas otras mujeres se han encontrado con un espacio de hospitalidad y orientación en los talleres de Bethany. Es difícil poder dar respuesta a todas las necesidades, pero de manera decidida estamos dispuestos a ofrecer nuestro apoyo para que las mujeres migrantes que buscan nuestro apoyo o que son alcanzadas por la actividad de Bethany puedan tener nuevas herramientas y perspectivas que les permitan hacer frente a su situación y mirar al futuro con esperanza, confianza, determinación en sus metas, pero sobre todo con un sentido de solidaridad mutua y con la entereza y el ánimo de replicar lo aprendido en otros escenarios para poder ser mensajeras también de la hospitalidad a la que el evangelio nos llama a todos.