El trabajo infantil, un fenómeno que afecta a cerca de 1.7 millones de niños y niñas en Colombia
El trabajo infantil es un fenómeno global que afecta a millones de niños y niñas en todo el mundo. Esta realidad les priva de su derecho a la educación, la salud y una infancia feliz. A pesar de los esfuerzos por erradicar esta práctica, las cifras muestran que el trabajo infantil sigue siendo una realidad preocupante en países como Colombia y a nivel mundial.
Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), se estima que aproximadamente 152 millones de niños y niñas en todo el mundo están involucrados en el trabajo infantil. De ellos, casi la mitad, alrededor de 73 millones, realizan trabajos peligrosos. Estas cifras nos dejan ver la magnitud del problema y su impacto en el destino y también en el futuro de la niñez.
El trabajo infantil se presenta en diversos sectores económicos, incluyendo la agricultura, la industria manufacturera, la minería, la construcción, el servicio doméstico y el comercio informal. Los niños y niñas que trabajan se ven expuestos a condiciones peligrosas, largas jornadas laborales y a menudo son privados de la educación y la atención médica adecuada.
En el caso de Colombia, las cifras también son alarmantes. Según el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), en el año 2019, se estimaba que aproximadamente 1.7 millones de niños, niñas y adolescentes de entre 5 y 17 años se encontraban en situación de trabajo infantil en el país. Esto representa alrededor del 8.8% de la población total en ese grupo de edad, lo cual sin lugar a dudas es una gran proporción de la infancia colombiana.
El trabajo infantil en Colombia se concentra principalmente en el sector agrícola, seguido del comercio y los servicios domésticos. En estos sectores, ellos se ven expuestos a condiciones laborales riesgosas, lo que pone en peligro su desarrollo físico, emocional, cognitivo, y los priva de un futuro mejor y con mayores posibilidades de desarrollo y ascenso social.
Causas del trabajo infantil
Las causas del trabajo infantil son complejas y abarcan múltiples factores. Entre las principales se encuentran la pobreza, la falta de acceso a la educación de calidad, el conflicto armado, la migración, la discriminación de género y las desigualdades sociales y económicas.
En muchos casos, las familias de escasos recursos se ven obligadas a enviar a sus hijos a trabajar para que estos contribuyan al sustento familiar. Además, la falta de oportunidades educativas y la ausencia de programas de protección social adecuados perpetúan los ciclos de pobreza y el trabajo infantil.
Desafíos persistentes y acciones necesarias
A pesar de los esfuerzos internacionales y los compromisos gubernamentales para combatir el trabajo infantil, los desafíos persisten. Es cierto que la ley puede penalizar el trabajo infantil, sin embargo, en la práctica, las condiciones económicas y sociales terminan superando a las disposiciones jurídicas de los estados. La erradicación de esta práctica requiere una acción integral que aborde las causas profundas y promueva el acceso a la educación de calidad, la protección social y una transformación de la conciencia pública.
Es esencial fortalecer los sistemas educativos y garantizar que niños y niñas tengan acceso a una educación gratuita y de calidad. Además, es necesario implementar políticas públicas que aborden la pobreza, la desigualdad y que promuevan oportunidades económicas para las familias que ese encuentran en una situación de vulnerabilidad.
Asimismo, se requiere una mayor cooperación entre los gobiernos, la sociedad civil y las organizaciones internacionales para fortalecer los mecanismos de monitoreo y aplicación de las leyes que prohíben el trabajo infantil. Esto implica promover la sensibilización, el intercambio de buenas prácticas y la colaboración en la identificación y rehabilitación de los niños y niñas que se encuentran en situación de trabajo infantil.
Cómo Bethany se encuentra comprometida en la erradicación del trabajo infantil
Actualmente en Bethany buscamos prevenir las formas del trabajo infantil mediante programas que promueven el acceso a la educación de calidad. Teniendo en cuenta que la falta de oportunidades educativas es una de las principales causas del trabajo infantil, Bethany se esfuerza por garantizar que todos los niños tengan la oportunidad de asistir a la escuela y recibir una educación adecuada. Para lograr esto, asistimos a las familias con kits educativos y materiales pedagógicos, de manera que los niños y niñas se sientan estimulados y animados a mantenerse en la escuela. Así mismo, proveemos a las familias con recursos necesarios para la vivienda, formación para el empleo y ayuda humanitaria, de manera que puedan liberar recursos necesarios para mantener a sus hijos en el sistema educativo.
Además de la educación, Bethany trabaja en la promoción de la protección social de los niños y sus familias. Esto implica brindar apoyo económico a las familias en situación de pobreza, talleres psicosociales para los padres y madres, acceso a servicios de salud y nutrición, y fortalecimiento de las capacidades familiares para garantizar entornos seguros y protectores.
En Bethany también promovemos la sensibilización y la promoción de los derechos de los niños, colaborando con organizaciones y comunidades para crear conciencia sobre los impactos negativos del trabajo infantil y la importancia de proteger a los niños. A través de campañas de sensibilización, eventos y actividades comunitarias, por medio de las cuales buscamos generar un cambio social que valore y proteja los derechos de los niños.
Creemos que los niños y niñas merecen permanecer seguros, protegidos y amados. Por esto, Bethany se compromete a continuar trabajando con todos los sectores sociales interesados en eliminar la práctica del trabajo infantil y lograr que cada niño y niña se encuentre en el sistema escolar, preparándose para cumplir sus sueños y desarrollar su pleno potencial.