La historia de María, entre la amenaza del reclutamiento y un futuro esperanzador y seguro

La historia de María, entre la amenaza del reclutamiento y un futuro esperanzador y seguro Banner Image

Los nombres de los personajes de esta historia han sido cambiados para proteger su identidad

En un remoto municipio del departamento de Arauca, cientos de familias viven bajo el temor de los constantes enfrentamientos entre los grupos armados al margen de la ley, los cuales llevan años sembrando el terror y la incertidumbre en la zona. En este municipio, los humildes residentes se ganan la vida con el sudor de su frente, en actividades agrícolas y ganaderas principalmente, las cuales apenas permiten que la mayoría de las familias subsistan día a día.

Una madrugada de mayo, la vida de María, una joven de 14 años de la zona, dio un giro inesperado cuando se supo que había sido reclutada por un grupo armado ilegal. María no llevaba una buena relación con su madre en ese momento, mientras que su novio había sido reclutado con anterioridad, lo cual la llevó a creer que estaría mejor en el grupo armado que con su familia. Esta relación con el jóven sirvió como una especie de anzuelo para llevar a María a ser víctima del reclutamiento.

El dolor y la angustia la arropaba… una vez más.

Tras saber la noticia, la madre de María, Ana, estaba desolada. Hacía dos años, Ana había sufrido el reclutamiento forzado de su hijo de 16 años, Juan, quien fue arrancado de su hogar sin previo aviso, dejándola con el corazón desgarrado, sin información sobre su paradero o su destino.Y ahora, la tragedia volvía a tocar la puerta de su familia.

En estas circunstancias, el reclutamiento de María por parte del grupo armado constituía una clara violación del Derecho Internacional Humanitario, el cual señala como edad mínima para entrar a fuerzas de combate la edad de 15 años. Otras normas internacionales, como la Convención de los Derechos de la Niñez, condenan el reclutamiento de menores hasta la edad de 18 años.

Tras su reclutamiento, María fue llevada a una zona desconocida. Su espíritu era resiliente y se rebelaba ante la autoridad de los jefes de la banda. Como castigo ante su comportamiento dentro del grupo, le fueron asignadas tareas difíciles en el campo y en la cocina.

Poco después de que María hubiera sido reclutada, una de sus tías muere. Tras este evento, Ana le pide a los jefes del grupo un permiso especial para que su hija pueda asistir al funeral de su tía. Para que esto fuera posible, personas con conocimiento del terreno gestionan una negociación con el grupo armado, lo que le permitió a María tener un permiso temporal para volver a su casa. Tras la llegada de María a su casa, miembros de la comunidad alertaron a Bethany y señalaron que la adolescente necesitaba protección y reubicación. Esta situación fue aprovechada por Bethany para sacar a María de la zona y llevarla a un espacio seguro. Al mismo tiempo, los líderes del grupo armado amenazan a la familia de María y ellos también tienen que abandonar el municipio por su propia seguridad.

En el caso de María, el acompañamiento de la Personería municipal (Defensoría del Pueblo) fue clave para que pudiera escapar de sus reclutadores. La intervención de Bethany también fue crucial para acompañar a la adolescente y a su familia, prestando servicios de apoyo psicológico y orientación familiar. Los servicios de Bethany también fueron fundamentales para que la familia pudiera acceder a recursos económicos que le permitieran reubicarse y obtener así una protección duradera.

Los riesgos de reclutamiento en Colombia

Los riesgos de protección para muchos niños, niñas y adolescentes en esta zona del país son evidentes: la falta de apoyo institucional, la falta de escolarización, la falta de espacios para uso creativo del tiempo libre, así como la existencia misma de grupos armados, los cuales usan a los menores de edad como “carne de cañón” (primeras víctimas en combate), combatientes formados, esclavitud sexual y trabajados domésticos.

Un futuro esperanzador para María

Desde Bethany se activaron acciones de apoyo a la familia para generar estrategias que les ayuden a superar la crisis. Por medio de un equipo de protección capacitado para prestar primeros auxilios psicológicos, se generaron los primeros pasos para salvaguardar la integridad de la familia. Durante la entrevista de protección, María dejó un conmovedor dibujo en el espacio amigable de Bethany, donde plasmó su esperanza en medio de la adversidad.

El equipo de protección sabía que María debía abandonar su municipio para garantizar su seguridad, por tanto la familia fue trasladada a Bogotá, donde Bethany, continúa haciendo seguimiento del caso para monitorear el proceso de adaptación en su nuevo entorno.

María y Ana tienen ahora nuevas perspectivas y ven el futuro de manera esperanzada. El riesgo de reclutamiento, utilización y aprovechamiento de la jóven en el marco del conflicto armado se ha mitigado considerablemente.

En los espacios de protección provistos por Bethany, María vislumbra un proyecto de vida nuevo, más allá de la violencia que vivió, y mejoras en su calidad de vida familiar, social y personal.

Medidas de protección

La historia de Ana y su hija María resalta la importancia de la prevención y protección de adolescentes en peligro de ser reclutados por grupos armados ilegales, señalando que siempre hay esperanza, aún en medio de las condiciones más adversas.

Desde Bethany queremos ser generadores de estos espacios de esperanza y señalar que todavía es posible encontrar luz, aún cuando la oscuridad de la violencia y la guerra parecen ser las únicas opciones de futuro y que las niñas, niños y adolescentes tienen derecho a vivir su niñez y no participar en una guerra que no es suya. Por tal razón, trabajamos de la mano junto a actores gubernamentales, ONGs, sociedad civil y demás partes interesadas para ayudar a construir acciones de prevención y mitigación del reclutamiento forzado de menores de edad. Ellos no quieren ser parte del conflicto, y prevenir el reclutamiento es una de las acciones que todos podemos emprender para construir un futuro próspero y en paz.