La lactancia materna, una forma de apoyar a las familias
En Bethany, nuestra misión es la familia.
Trabajamos para fortalecer, preservar, y ayudar a las familias; así mismos buscamos construir familias y empoderar a las familias ¿Por qué? Porque la familia tiene el poder de cambiarlo todo.
Dentro de una familia saludable, apoyada y próspera, suceden cosas buenas. Los niños se sienten seguros, amados y permanecen conectados. Gracias a las familias ellos se convierten en adultos que crían familias estables, fuertes y empoderadas. Las familias fuertes construyen comunidades fuertes, por esto consideramos que las familias son la base de una sociedad fuerte, saludable y funcional.
¿Cómo logramos esto?
Hay muchas maneras y diferentes caminos para ayudar a las familias con dificultades no solo a alcanzar la estabilidad sino también a prosperar y tener éxito. Lo sabemos, un elemento esencial es la salud. Padres saludables, niños sanos y bebés sanos.
Durante la Semana Mundial de la Lactancia Materna, que este año se celebra del 1 al 7 de agosto, reconocemos la lactancia materna como una forma de promover la salud de las madres, los bebés y las familias, especialmente la salud de las familias que enfrentan una crisis. Cuando consideramos la capacidad de una mujer para alimentar y hacer crecer a un bebé saludable con una fuente de superalimento que proviene directamente de su interior, podemos ver cómo esto es no solamente empoderador, sino también práctico. La lactancia materna tiene múltiples beneficios más allá de la salud de los niños, pues ayuda a reducir la pobreza y mejora la salud.
La lactancia materna tiene el poder de construir y fortalecer familias. Hemos visto cómo la lactancia materna transforma vidas al facilitar que las mujeres cuiden a sus familias de una manera tan fundamental.
Pero no siempre es fácil, y para algunas mujeres, ni siquiera es posible. Algunos bebés no se prenden correctamente, algunas mujeres no tienen acceso a la nutrición adecuada que necesitan para poder alimentar a sus bebés. Algunas mujeres no producen leche materna en absoluto, o no producen la suficiente para mantenerse al día con un bebé en crecimiento. Para algunas familias, la lactancia materna simplemente no es una opción. En estos casos deben buscarse otras soluciones. Si bien la lactancia materna podría ser la mejor opción, estamos agradecidos por la fórmula de leche y por los muchos bebés sanos que se han nutrido con ella cuando la leche materna no podía hacerlo.
En Bethany, creemos que las familias saben lo que necesitan. Estamos escuchando y aprendiendo de ellas para ayudar a encontrar soluciones con ellas, de acuerdo a las necesidades que ellas mismas expresan. Hay muchas maneras de promover familias saludables y prósperas. Reconocemos que cada familia es diferente con diferentes circunstancias y necesidades. Al final, lo más importante es ayudar a las familias a permanecer, prosperar y crecer juntas de la manera que sea mejor para ellas.
¿Cómo podemos hacer la diferencia?
En el trabajo global de Bethany, nos encontramos con mujeres y bebés que podrían beneficiarse más de la lactancia materna: madres en campos de refugiados sin acceso constante a agua limpia para preparar un biberón, o madres que viven en la pobreza extrema y que no pueden pagar por la leche de fórmula. La ironía es que muchas de estas madres enfrentan condiciones que les hacen casi imposible amamantar con éxito a sus bebés. A menudo se enfrentan a un acceso limitado a la nutrición, el agua potable y la vivienda adecuada. A veces sufren problemas de salud significativos y tienen poca o ninguna atención prenatal. Sin embargo, son estas mujeres, las que se enfrentan a estas mismas circunstancias, las que podrían beneficiarse más de la lactancia materna.
En Etiopía, las mujeres a las que servimos viven en una pobreza tan severa que tienen dificultades incluso para comprar alimentos para sí mismas, o incluso la fórmula de leche, cuando esta se encuentra disponible. Poder proporcionar a un bebé alimentos gratuitos ricos en nutrientes y a pedido, es un regalo de Dios. Por estos motivos, Bethany trabaja para promover la lactancia materna y hacerla más fácil. Brindamos a las mujeres acceso a alimentos, agua potable, nutrición y atención médica para que ellas puedan brindarle lo mismo a sus bebés.
En Colombia, estamos apoyando a mujeres que han caminado 300 kilómetros o más para escapar de la violencia y la pobreza que enfrentaron en Venezuela. Piensa en una madre que sale de su casa a pie. Solo puede llevar consigo lo que puede cargar: un bebé atado al pecho y una mochila llena de fórmula y biberones. En muchas ocasiones una madre migrante no tiene espacio para pañales, cambio de ropa, agua, comida, cobijas u otras necesidades para ella y su bebé. ¿Cómo limpia y desinfecta las botellas en el camino? ¿Dónde encuentra agua? Tal vez en un arroyo, un estanque estancado o una fuente en el camino. Desde Bethany trabajamos para proveer una solución para ellas, brindando una forma segura de alimentar a los bebés donde sea que se encuentre una madre. Cuando ellas no tienen acceso a fórmula de leche, biberones o agua limpia, Bethany llega allí para proveer lo faltante. Que una madre pueda amamantar significa que un bebé puede comer pase lo que pase.
En Albania, trabajamos con madres que se enfrentan a un embarazo inesperado y planean entregar a su bebé a un orfanato porque no pueden costear el cuidado de su hijo. Allí brindamos a estas mujeres las herramientas y el apoyo necesarios para mantener a su hijo con ellas. La lactancia materna es una de esas herramientas. Ayudamos a las madres a aprovechar sus beneficios, como una mayor conexión entre la madre y el bebé. O su asequibilidad. Para las familias que ya viven en la pobreza o al borde de la pobreza, el gasto adicional de comprar fórmula es difícil de sostener.
En lugares como Ghana, abordamos los problemas que puede generar que un niño sea separado de su madre en primer lugar, los beneficios de la lactancia materna para la salud física y emocional del bebé, de la mamá y, a través de ella, para toda la familia. Brindamos asesoramiento y servicios de salud a estas mujeres para que puedan mantenerse sanas y fuertes y, al mismo tiempo, hacer lo mismo por sus hijos y familias.
Como parte de nuestra atención a los refugiados en Colombia y Rumania, hemos creado espacios cómodos para que las madres alimenten a sus bebés cerca de áreas aptas para niños, para que puedan cuidar a sus hijos mayores mientras juegan o leen libros. Normalizamos la lactancia materna, la hacemos fácil y cómoda y ayudamos a las madres a alimentar a sus bebés con dignidad.
Una herramienta entre un amplio abanico de recursos
Para las personas refugiadas, migrantes y mujeres en situación de pobreza de todo el mundo, la lactancia materna puede ser una solución a varios problemas a la vez. Sabemos que la leche materna proporciona nutrientes y minerales inigualables, que proporciona anticuerpos para mantener sanos a los bebés y curarlos cuando están enfermos. Sabemos que la lactancia materna puede ayudar a las mamás a sanar física y mentalmente después del parto y que profundiza el vínculo entre la madre y el bebé. Estos son beneficios universales imbatibles para las familias. Pero para muchas personas en todo el mundo que viven en condiciones terribles, esta forma simple y natural de alimentar a los bebés puede cambiar y salvar vidas. Es por eso que promovemos su práctica en todo el mundo dondequiera que Bethany tenga presencia.
Sabemos que esta es solo una herramienta de muchas y que para algunas familias no es la herramienta adecuada. Fomentamos la lactancia materna donde y cuando tenga sentido para la familia. Todas las familias tienen necesidades únicas. Trabajamos para que a las familias les resulte más fácil elegir la lactancia materna cuando esta es la mejor opción. La capacidad de amamantar en algunas de las circunstancias más difíciles de la vida fortalece el sentido de autoestima y seguridad de las madres.
Con la visión de fortalecer a la familia como nuestra luz guía, los servicios de Bethany se enfocan en los mejores intereses para los niños y para la familia como un todo. Porque las familias más fuertes son la base de un mundo mejor.
Bethany seguirá reuniéndose con madres, niños, niñas y familias dondequiera que estén, para caminar junto a ellos mientras trabajamos para cambiar el mundo a través de la familia un paso a la vez.