La promoción de pautas de crianza positiva en la niñez, una necesidad inaplazable
Las pautas de crianza positiva son un enfoque de crianza basado en el respeto, la empatía y la comprensión, que busca promover un ambiente saludable y amoroso para el desarrollo integral de la niñez.
De acuerdo a las investigaciones psicopedagógicas más recientes, las pautas de crianza positiva son esenciales para el bienestar emocional y psicológico de los niños y las niñas. Un ambiente de crianza basado en el amor, el apoyo y la aceptación incondicional, fomenta la autoestima y la confianza personal. Esto les ayuda a los niños y a las niñas a desarrollar una imagen positiva de sí mismos y a tener una mentalidad saludable en su vida cotidiana.
Además, las pautas de crianza positiva promueven la comunicación efectiva entre padres e hijos. Escuchar activamente a los hijos, mostrar empatía y respeto hacia sus sentimientos y necesidades, les permite desarrollar habilidades de comunicación adecuadas y fortalecer los lazos emocionales con sus padres. Esto también ayuda a prevenir conflictos y problemas de conducta en la familia.
Otro aspecto importante de las pautas de crianza positiva es que fomentan las habilidades de resolución de problemas y la toma de decisiones adecuadas. Fomentar la autonomía y la responsabilidad en los niños, niñas y adolescentes, les ayuda a desarrollar habilidades de vida que les serán útiles en su vida adulta, promoviendo un desarrollo sano y equilibrado.
Las pautas de crianza positiva también juegan un papel importante en la prevención del maltrato infantil. Un ambiente de crianza basado en la autoridad, el castigo y la violencia puede tener efectos negativos para la salud emocional y física de la niñez. En cambio, una crianza basada en la empatía, la comprensión y la disciplina positiva, promueve relaciones familiares sanas y disminuye el riesgo de maltrato.
Bethany y la promoción de pautas de crianza positiva
Teniendo en cuenta lo anterior, la idea de las pautas de crianza positiva, además de proponer que los niños, las niñas y adolescentes crezcan en un ambiente sano y con mejores habilidades sociales, ayudan a romper los ciclos en los que anteriormente los padres y cuidadores solían criar con violencia.
Actualmente, los profesionales de la salud reconocen que la crianza no debe basarse en la violencia ni en el menosprecio de los niños y las niñas. Es por este motivo, que a través de los talleres e intervenciones psicosociales en los diversos entornos a los que llegamos, Bethany se ha comprometido a ser un promotor incansable de las pautas de crianza positiva.
Astrid Camacho, profesional en psicología y coordinadora regional de refugiados para Bethany Colombia, propone el ejemplo de que en la crianza, “debe haber una coherencia entre lo que el cuidador hace y lo que dice. No se le puede pedir al niño que no grite si le estás gritando o que no sea agresivo si lo has golpeado”.
Luz Alcira Granada, directora de Bethany Colombia, añade que, “en Arauca, Bogotá, Cúcuta y Bucaramanga, se está trabajando con los padres, cuidadores y las comunidades a fin de desarrollar en ellos la capacidad de ser individuos, familias y comunidades protectoras, donde la niñez viva, crezca y se desarrolle siendo feliz, libre de violencia y con sus derechos garantizados.
Cambios registrados al implementar pautas de crianza positiva
Bethany es testigo de los cambios de actitud presentados en los niños, niñas y adolescentes frente a situaciones de comportamiento y trato hacia los demás durante los talleres. En un inicio, es posible que los niños se muestren muy agresivos, pero a medida que avanzan en los talleres reconocen por qué deben tener tratos respetuosos, tanto verbales como físicos, con los demás.
También, las pautas de crianza positiva son explicadas a los padres. Así se evita que empleen castigos en los hogares, y en lugar de ello apliquen correcciones respetuosas, en donde los padres y cuidadores reflexionan y le explican a sus hijos e hijas las consecuencias de sus actos.
Las actividades realizadas por los profesionales de Bethany en los entornos protectores van de la mano con la pedagogía y lúdica, buscando que el niño, niña y adolescente se sienta en un espacio de confianza y que mientras está jugando aprenda el autocuidado, y desarrolle fortalezas internas para defenderse de las violencias y el abuso.
A través de cada una de estas acciones construimos y formamos a los ciudadanos del futuro, de manera que podamos evitar que estos ciclos de violencia se repitan una y otra vez. En Bethany creemos que todos los niños y niñas merecen crecer y prosperar en un entorno amoroso y seguro al que puedan llamar hogar.