Las acciones de Bethany para salvaguardar y promover los derechos de los niños, las niñas y los adolescentes

Las acciones de Bethany para salvaguardar y promover los derechos de los niños, las niñas y los adolescentes  Banner Image

Durante gran parte de la historia humana, los derechos de los niños y las niñas no fueron algo tenido en cuenta por la sociedad. Incluso, tras el desarrollo de la modernidad, en la que se reconocen los Derechos del Hombre y el Ciudadano en el siglo XIX, los reconocimientos de los derechos de los niños, serían reconocían de forma tardía. Fue solamente hasta 1989 que la Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó la Convención Sobre los Derechos del Niño.

El 20 de noviembre de 1989, Naciones Unidas promulga la Convención General Sobre los Derechos del Niño, en la que tras diez años de aportes y discusiones de los representantes de diversas culturas y religiones, se llega a un acuerdo completo sobre los derechos de la infancia.

En sus 54 artículos, La Convención reconoce los derechos de los niños (teniendo por “niños” a todos los seres humanos menores de 18 años).

Esta convención, como primera ley internacional sobre los derechos de los niños y las niñas, es de carácter obligatorio para los Estados firmantes. Estos países deben informar al Comité de los Derechos del Niño de Naciones Unidas, los pasos que se han adoptado para aplicar lo establecido en la Convención.

El reconocimiento de los derechos del niño era algo necesario porque aún cuando muchos países tenían leyes que protegían a la infancia, algunos no las respetaban. Para los niños y las niñas, esto significaba con frecuencia una condena a la pobreza, un acceso desigual a la educación, abandono y desprotección frente a múltiples abusos. Estos problemas han afectado a los niños tanto en los países ricos como en los países pobres.

Gracias a la implementación de la Convención de Naciones Unidas sobre los derechos de los niños, se ha fortalecido el reconocimiento de la dignidad humana fundamental de la infancia así como la necesidad de garantizar su protección y desarrollo.

En el caso de Colombia, el país ratificó esta convención por medio de la ley 12 de 1991, uniéndose a la comunidad internacional en el propósito de proteger a los niños y a las niñas y de garantizar su desarrollo integral en todo el territorio.

Según su orden de aparición en la Convención de los Derechos del Niño de Naciones Unidas, los derechos de los niños, niñas y adolescentes son los siguientes:

  • Derecho a la vida y a la calidad de vida y a un ambiente sano,
  • Derecho a la integridad personal,
  • Derecho a la rehabilitación y la resocialización,
  • Derecho a la libertad y la seguridad personal,
  • Derecho a tener una familia y no ser separado de ella,
  • Custodia y cuidado personal,
  • Derecho a los alimentos,
  • Derecho a la identidad,
  • Derecho al debido proceso,
  • Derecho a la salud,
  • Derecho a la educación,
  • Derecho al desarrollo integral en la primera infancia,
  • Derecho a la recreación, participación en la vida cultural y las artes,
  • Derecho a la participación de los niños, las niñas y los adolescentes,
  • Derecho a la asociación y a la reunión,
  • Derecho a la intimidad,
  • Derecho a la información,
  • A no ser explotados laboralmente y a la protección laboral en el caso de los adolescentes autorizados a trabajar.

De la misma manera, la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño, establece las siguientes libertades fundamentales, como derechos inalienables de todos los menores de edad:

  • El libre desarrollo de la personalidad y la autonomía personal,
  • La libertad de conciencia y de creencias,
  • Libertad de cultos,
  • Libertad de pensamiento,
  • Libertad de locomoción,
  • Libertad de escoger su profesión y oficio para la edad adulta.

La Convención sobre los Derechos del Niño, como recopilación de las diversas leyes existentes para la protección de los menores de edad y como compromiso internacional para garantizar el cumplimiento de cada una de las necesidades y elementos básicos para el sano desarrollo de los niños, niñas y adolescentes en el mundo, es un instrumento legal que fija una hoja de ruta para la sociedad internacional y las acciones que los estados, las organizaciones privadas, públicas, religiosas y de otro orden, deben seguir para promover el futuro y el pleno desarrollo de todos los niños y niñas.

Bethany y la defensa de los derechos de los niños y las niñas en el contexto colombiano

Bethany, como organización no gubernamental de asistencia humanitaria, no es ajena a este llamado, y en este sentido, también está comprometida con la defensa de cada uno de los derechos y libertades que se han estipulado con el fin de garantizar el desarrollo integral de los niños, niñas y adolescentes.

En el actual contexto migratorio que tiene lugar en Colombia y Venezuela, en el que miles de familias han huido de la grave crisis social, económica y política por la que atraviesa Venezuela, la defensa de los derechos de los niños y las niñas, es un compromiso más urgente que nunca. Muchos menores de edad se ven expuestos a graves amenazas a estos derechos por causa de situaciones como la pobreza, el abandono, la explotación, violencia, falta de alimentos adecuados, escasos espacios para la recreación y la participación en la cultura y las artes, acceso desigual a la educación o carencia de ella, entre otras.

Reconociendo esta realidad, Bethany se ha comprometido a crear espacios y soluciones para que los derechos de los niños y las niñas sean resguardados. Así, proveemos apoyo para que los menores puedan reunirse con sus familias de nuevo en los casos en los que se han visto separados de sus padres, cuidadores o demás familiares, ofrecemos apoyo humanitario básico para que las familias migrantes puedan garantizar el derecho a una sana alimentación a cada uno de sus hijos, apoyamos el desarrollo de pautas de crianza adecuadas y respetuosas con los derechos de los niños en los casos de las familias beneficiarias que solicitan apoyo, llevamos a cabo talleres lúdicos y deportivos para que los menores puedan encontrar espacios adecuados de esparcimiento, reconozcan sus talentos innatos y se vean alejados de las amenazas de su entorno, las cuales se vuelven más severas en los casos en los que el tiempo libre no es aprovechado correctamente.

De la misma manera, en los casos en que los derechos y las necesidades de los menores de edad no puedan ser amparados por Bethany, continuamos proveyendo apoyo mediante la remisión de casos a las entidades que sí pueden amparar y garantizar estos derechos de forma inmediata.

Somos conscientes que aunque en múltiples ocasiones, los derechos de los niños y las niñas son una aspiración que se queda sin cumplir, con el apoyo de nuestros donantes, organizaciones aliadas, el estado y muchos actores más, desde Bethany podemos inspirar y sembrar una semilla de esperanza para que el futuro de los niños pueda ser mucho mejor y cada uno de sus derechos sea resguardado de forma apropiada.