Más de 5.2 Millones de niños, niñas y adolescentes perdieron a sus padres o cuidadores debido al Covid19

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De acuerdo a un estudio correspondiente a una investigación de publicación de The Lancet de 2021, debido a la pandemia del Covid19, más de 5.2 millones de niños, niñas y adolescentes han resultado afectados por los aumentos repentinos mundiales en la orfandad y la muerte de sus cuidadores.

Durante el último año, la proliferación de nuevas variantes del Sars Cov-2 (Covid19), los datos de mortalidad actualizados y las disparidades en el acceso a las vacunas han aumentado las estimaciones de los menores de edad que han resultado huérfanos debido a la pandemia.

Los últimos hallazgos muestran que la cantidad de menores de edad afectados por la orfandad asociada al COVID aumentó en un 90 % durante el último año en comparación con los primeros 14 meses de la pandemia con 5 millones de muertes por COVID-19 y 5,2 millones de niños que perdieron a un padre o cuidador durante el período completo de 26 meses.

Bethany, como organización humanitaria de ayuda es consciente de esta realidad y de las duras implicaciones que tiene para el futuro de millones de niños, niñas y adolescentes alrededor del mundo, en especial para las comunidades más vulnerables y cuyo acceso a los servicio de salud ya venía siendo difícil desde antes de la pandemia.

Si bien las organizaciones cristianas han visto en estos informes como herramientas útiles para analizar la terrible situación que enfrentan los niños y niñas en todo el mundo, creen que estos subrayan la necesidad de atención e inversiones basadas en la familia para fortalecer a las familias en las comunidades vulnerables. Faith To Action Initiative, un grupo de organizaciones cristianas de la que forma parte Bethany, considera que su misión es movilizar y educar a las iglesias cristianas, las organizaciones basadas en la fe y al público en general para que participen en la atención que defienda la importancia vital de la familia en la vida de un niño.

En este mismo sentido también se ha manifestado el director ejecutivo de Bethany Christian Services, Chris Palusky, quien en julio del año pasado, respondiendo a un informe similar comentó:

“Todos los niños tienen el derecho otorgado por Dios de crecer en el amor y el cuidado de una familia. La Biblia enseña a los seguidores de Jesús en todo el mundo a cuidar de los huérfanos. También enseña a los cristianos que Dios pone a los solitarios en familias. Para los [...] millones de niños que perdieron a un cuidador debido al COVID-19, la solución es el cuidado amoroso de una familia, no otro orfanato. Instamos a los cristianos a apoyar los esfuerzos para fortalecer a las familias y comunidades vulnerables, a reunificar a las familias y colocar a los niños sin cuidadores en familias amorosas, para que estos nunca tengan que vivir en orfanatos”.

La importancia de la edad en los casos de orfandad

La evidencia que aborda la muerte de los padres y cuidadores indica que la edad es importante. Los niños de todas las edades pueden experimentar duelo, atención inadecuada, estado de ánimo alterado de los padres sobrevivientes, inseguridad alimentaria, marginalidad en sus condiciones económicas de vida y desintegración familiar; sin embargo, los impactos, necesidades y vulnerabilidades asociados varían dramáticamente con la edad, siendo los más pequeños los más afectados.

Riesgos asociados a la pérdida de padres y cuidadores debido a la pandemia

Los niños más pequeños en duelo necesitan atención inmediata a tiempo completo, y la calidad de la atención afecta el desarrollo posterior, la salud y la salud mental. Los riesgos que enfrentan los adolescentes después de la orfandad incluyen violencia sexual, explotación, infección por VIH, suicidio, trabajo infantil, embarazo adolescente, disminución de la autoestima, separación de la familia y hermanos, pobreza del hogar y abandono de la escuela para cuidar a hermanos menores. Por su parte, los adolescentes que avanzan hacia la independencia necesitan una crianza centrada en la comunicación, la conexión y la supervisión. Todo esto adquiere una importancia dramática toda vez que la calidad de la crianza positiva influye en los comportamientos futuros de los adolescentes, su confianza frente a la vida y su resiliencia.

El rol de las familias

Dados los enormes riesgos que conlleva la orfandad para la vida y el futuro de tantos menores de edad, Bethany ratifica que la mejor forma en que se puede servir a todos aquellos que han perdido a sus padres durante la pandemia es brindarles la oportunidad de tener un entorno seguro y amoroso dentro de una familia. Los cuidados de una institución como una casa de cuidado temporal o un orfanato nunca podrán suplir de forma completa los cuidados que se brindan en un hogar. Es por esto que Bethany se encuentra comprometida con las familias y los menores de edad que han perdido a sus padres y cuidadores para que puedan tener el apoyo que necesitan para crecer y prosperar en entornos seguros.

Entre las opciones viables y óptimas para todos aquellos niños, niñas y adolescentes que han perdido a sus padres o a sus cuidadores, la adopción se concibe como la más adecuada, así como el apoyo a los cuidadores o padres de familia sobrevivientes para que estos puedan continuar cuidando de sus hijos en los casos en que esto sea posible. Bethany se encuentra comprometida con esta visión, ratificando la importancia del núcleo familiar como el espacio natural para el desarrollo sano e integral de todos los menores de edad.