Un camino de esperanza hacia una nueva vida

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Juntos, nos hemos puesto manos a la obra para ayudar a los refugiados de todo el mundo, incluso en Afganistán, Ucrania y Venezuela. Miles de personas se han visto obligadas a abandonar sus hogares, huyendo de la pobreza, el hambre y la violencia constantes.

En Venezuela esto ha sido así desde el 2014.

Juntos, estamos ayudando a los niños y familias venezolanas y retornadas a encontrar seguridad y estabilidad en Colombia. Les proporcionamos alimentos, agua limpia, lugares seguros para jugar y aprender, servicios médicos, apoyo para la salud mental y oportunidades de empleo.

Uno de los muchos refugiados a los que hemos ayudado gracias a tu apoyo es Samantha, una niña venezolana de 8 años.

Ella y su madre recorrieron caminos peligrosos para encontrar refugio en Colombia. Su viaje fue largo y duro. La madre de Samantha fue presionada para cortarse el cabello a cambio del dinero que necesitaban para sobrevivir, una experiencia común que enfrentan las niñas y mujeres migrantes.

Después de llegar a Colombia, las dificultades continuaron. No tenían dinero ni medios de empleo. Se vieron obligadas a mendigar comida, refugio y dinero para otras necesidades.

Esta era la vida de Samantha como inmigrante, hasta que se inscribió en el nuevo programa de Bethany, “Arte y Música con Propósito”. A través de este programa, creado para ayudar a los niños migrantes a procesar y superar sus experiencias dolorosas a través de la música y el arte, los niños aprenden a expresarse, a comprender y procesar el trauma que han experimentado y a prepararse para los desafíos que aún enfrentan.

Al principio, Samantha era tímida y reservada, pero con el tiempo ha ganado confianza y sus perspectivas de vida en Colombia son más positivas y alegres. Ahora Samantha no tiene miedo.

Con tu ayuda, ahora apoyamos a Samantha y a su madre de diversas maneras, ayudándolas a mantenerse sanas, seguras y conectadas mientras emprenden una nueva vida en un lugar que todavía es desconocido para ellas.

Los refugiados y los migrantes son algunas de las personas más vulnerables del mundo.

Lejos de sus hogares y, a menudo, sin un sistema de apoyo, están constantemente expuestos a la explotación y múltiples peligros. Pero tu generosidad y compasión pueden ayudar a que sus historias de vida sean transformadas positivamente.